Nuevo taller organizado por la DGT-USACH, entregó distinciones y herramientas para elaborar una estrategia efectiva y sostenible de protección intelectual, con énfasis en el proceso de patentamiento.
¿Cuál es el rol y para qué sirve una patente? Ese fue el foco del noveno taller del Programa de Formación en Transferencia Tecnológica “Impacta I+D 2021”, realizado el pasado jueves 9 de diciembre y que contó con la participación de investigadores, estudiantes de postgrado y gestores tecnológicos de la Universidad de Santiago.
El taller “Estrategias de protección intelectual”, fue dictado por los expertos Jorge Bustamante y Elena Barindelli, ambos consultores de la empresa EMATRIS, quienes entregaron distinciones y herramientas para elaborar una estrategia efectiva y sostenible de protección intelectual, con énfasis en el proceso de patentamiento.
El taller comenzó abordando los conceptos claves relacionados con el proceso de patentamiento, así como los hitos más destacados a lo largo de la historia. De acuerdo con la definición entregada por la experta Elena Barindelli, una patente es un privilegio que otorga el Estado por un periodo de tiempo, que permite explotar en forma exclusiva un invento o sus mejoras a cambio de la divulgación de la invención. Permite al titular impedir que otros hagan uso de la tecnología patentada, siendo el titular de la patente el único que puede hacer uso de esta tecnología.
“El propósito es inducir al inventor a revelar sus conocimientos para el avance de la sociedad a cambio de la exclusividad durante un periodo limitado de tiempo. Con esto se fomenta la innovación, se protege la invención, y al creador le entrega ventajas relativas a la competencia”, agregó Elena Barindelli.
Pero ¿Qué se debe tener en consideración a la hora de patentar una nueva tecnología, producto o proceso? Para el consultor Jorge Bustamante, lo primero es tener muy claro “qué patentar”, comprendiendo qué atributos y principios técnicos de la tecnología son patentables. “Es importante preguntarse aquí si existen ya esos atributos en otras soluciones y qué grado de novedad tiene aquello que se quiere patentar”.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta “cómo patentar”, es decir, entender cuál es el tipo de protección mas pertinente a mi solución, así como el proceso y costos asociados que implica proteger mi solución. Entre las opciones se encuentran: la patente de invención, el modelo de utilidad, diseño industrial, derecho de autor y el secreto comercial o industrial.
Y finalmente, es importante tener en consideración “dónde patentar”. Aquí se debe investigar si en otras partes del mundo se ha patentado algo similar y cuáles podrían ser los mercados más atractivos para comercializar o impactar con la solución. “Para esto, resulta relevante la realización de estudios denominados “Market and IP Assessment”, que investigan las dimensiones comercial y técnica de la patente para poder hacer el calce y saber lo que más conviene patentar y dónde”, explicó Jorge Bustamante.
El Programa de Formación en Transferencia Tecnológica “Impacta I+D 2021” está llegando al final del ciclo de talleres y charlas de este año, que terminará el próximo 16 de diciembre con la realización del taller “Estrategias de go to market”, que entregará herramientas prácticas para llevar un proyecto de innovación al mercado.