María Ignacia Lucares, arquitecta y Máster Integrado en Diseño Arquitectónico (MIDA) de la Universidad de Santiago, partió su aventura emprendedora luego de ganar Despega Usach 2018 con Protofachada, iniciativa que buscaba crear un componente arquitectónico modular en base a plástico reciclado, reduciendo así la huella de carbono en su fabricación.

Tras un camino de muchos aprendizajes y persistencia, en la actualidad nuestra egresada es la CEO de B-Morph, empresa que desarrolla productos arquitectónicos sustentables e innovadores desde la perspectiva de las Ciencias de los Materiales, entregando soluciones que impactan positivamente el medioambiente. 

Uno de sus productos estrellas es B-Tile, un revestimiento interior y exterior, el cual gracias a la utilización de plástico reciclado y nanotecnología, purifica el aire, degrada olores y es antibacterial. 

A través de esta palmeta y de otros productos que fabrican, B-Morph ya comienza a abrir sus ventas a nuevos mercados e industrias internacionales. Asimismo, es apoyada en su expansión comercial por nuestra Incubadora de Negocios INNOVO, en el marco del programa Subsidio Semilla de Asignación Flexible (SSAF) de Corfo.

DE ESTUDIANTE A EMPRENDEDORA

¿Qué la motivó a emprender e innovar desde la Universidad?

Creo que no existe ningún tipo de detonante que me dijera que tenía que emprender o hacerlo. Fue más bien el amor que tenía por la empresa que iniciaba, la idea y la convicción de poder tratar de mejorar el mundo. Eso me permitió arriesgarme y emprender, porque tenía la convicción que podía aportar desde mis conocimientos.

¿Cómo ha vivido la evolución de B-Morph desde que ganaron Despega Usach?

En el concurso, partimos con una idea basada en un prototipo, luego creamos el revestimiento B-Tile y ahora comenzamos la comercialización a nuevas industrias, además de desarrollar nuevos productos con nuestro aditivo estrella B-Tech, por lo que ya estamos generando ingresos por royalty y codesarrollando nuevos productos con empresas, aparte de la palmeta. 

En lo personal, han sido tres años muy enriquecedores de experiencias y aprendizajes, y a la vez, difíciles. Cuando uno emprende, generalmente hay experiencias malas, pero que a la larga, te ayudan a seguir creciendo como empresa, profesional y mujer, y te permiten decir `por algo pasó esto, en el momento específico`. En cuanto a los aprendizajes, siempre estoy realizando talleres, coaching, buscando retroalimentación femenina como CEO y ahora, desde el Centro de Innovación Usach he podido trabajar para guiar a nuevas/os emprendedoras/es. Además, me encanta aprender nuevos idiomas como italiano, japonés y alemán, lo cual me ha permitido crear nuevos vínculos y alianzas con otros países.

¿Cuáles son sus desafíos y apuestas para 2022?

Como empresa hemos cumplido los desafíos SSAF que nos propusimos, los que fueron realizar un estudio de mercado, la estrategia de planificación comercial, generar ventas, y obtener certificaciones, entre otros. Lo único que nos queda por este año, es cerrar los hitos críticos. Con el estudio de mercado y el plan comercial, nos hemos podido expandir a mercados internacionales, a nuevas posibilidades de materialidades y  ampliar  nuestros servicios no sólo a la industria inmobiliaria, si no también a la agrícola y el retail.  

RETOS PARA LA MUJER EMPRENDEDORA

Desde su experiencia ¿Cuáles son las fortalezas que tienen las mujeres que lideran emprendimientos?

Lo que he visto en las emprendedoras es que somos muy arriesgadas. Ese riesgo te hace dejarlo todo por una convicción que tenemos muy claro, donde hay que ser muy resiliente para enfrentar las caídas y volver a ponerse de píe, en circunstancias que no dependen de ti, sino de externos. Además, frente a las dificultades y prejuicios que hay hacia las mujeres líderes, tienes que generar distintos tipos de estrategias que permitan potenciar el proyecto, donde no te sientas disminuida, sino que te favorezcan como mujer, profesional y líder. 

¿Qué le aconsejaría a las estudiantes Usach para que se atrevan a emprender?

Les diría una frase de uno de mis referentes, Thomas Edison: emprender es un 1% de inspiración y un 99% de transpiración. Aunque tengamos una buena idea, todo requiere un gran trabajo. Es por eso que, invito a las estudiantes de la Usach que quieren emprender a trabajar, creer que pueden cambiar el mundo y lograr algo mucho mejor.

Si quieres conocer más de B-Morph te invitamos a visitar su página web y redes sociales.

Texto: Paola Armijo

Fotografías: Ignacia Lucares

Tags: B-Morph

Unidad de Innovación y Emprendimiento 

Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación