Investigación propone una alternativa nueva y más sostenible para obtener el metal rojo, a partir del procesamiento de la calcopirita, un mineral rico en sulfuro de cobre. El proyecto es apoyado por Minera Paicavi, la compañía química BASF, el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras CIPTEMIN y nuestra Dirección de Gestión Tecnológica de la VRIIC. Además, se suman las empresas colaboradoras Antofagasta Minerals, WIM e investigadoras/es internacionales.
La Universidad de Santiago de Chile y empresas mineras se encuentran trabajando en el desarrollo de una tecnología de bajo impacto ambiental para obtener cobre, a través del procesamiento de la calcopirita, mineral que es muy abundante en la corteza terrestre y que entre otros, contiene sulfuro de cobre.
Esta colaboración se da en el marco de la investigación aplicada “Desarrollo de un nuevo proceso de lixiviación de calcopirita en tres etapas que permite la extracción eficiente de cobre a escala piloto”, que lidera la Dra. Lilian Velásquez, académica e investigadora de la Facultad de Ingeniería (FING), quien además posee una amplia trayectoria en proyectos para la industria minera.
La iniciativa es financiada por la ANID y es apoyada por Minera Paicavi, la compañía química alemana BASF, el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras CIPTEMIN y la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT), de la Vicerrectoría de Investigación, Innovación y Creación (VRIIC).
Asimismo, se suman las empresas colaboradoras Antofagasta Minerals, WIM y un grupo de investigadoras/ es internacionales como el Dr. Jochen Petersen de la Universidad de Cape Town en Sudáfrica, la Dra. Miao Chang de CSIRO y el Dr. Rahul Ram de BHP Billiton, ambos de Australia.
Potenciando la minería verde
Esta investigación partió en octubre de 2022 y culminará a fines de 2024, donde su foco es trabajar en una nueva y más sostenible alternativa para el proceso hidrometalúrgico de la calcopirita, lo que finalmente puede impactar en potenciar una minería más verde.
Tal como explica la Dra. Lilian Velásquez, este mineral comúnmente se procesa “por vía de concentración para luego fundirlo, lo cual puede generar contaminación ambiental, debido a la producción de gases tóxicos. Además, se requieren grandes volúmenes de agua para concentrarlo”.
Para dar solución a esa problemática, el proyecto propone la utilización de agua de mar, sales de descartes, salmuera proveniente de empresas desalinizadoras y de una menor cantidad de soluciones ácidas. “También aportamos a la economía circular, al usar un reactivo obtenido de los desechos de la agroindustria”, enfatiza.
Vinculación y participación de la industria
Cabe destacar que el proceso que se busca implementar consta de tres etapas de trabajo: Inundación, reposo temperado y lixiviación.
A nivel de laboratorio, cada una de las fases ya ha sido testeada por separado, obteniéndose óptimos resultados. Por lo mismo, es que el objetivo actual del equipo de investigación que dirige la Dra. Velásquez, es poder conectarlas y posteriormente, crear un prototipo en un entorno industrial que permita “demostrar que podemos disolver la calcopirita y obtener el cobre”, dice la académica.
Tanto para el trabajo actual como para la creación y testeo del piloto se cuenta con el apoyo de las entidades participantes. En el caso de Minera Paicavi, ha suministrado grandes cantidades de calcopirita para ser usadas en experimentación en el laboratorio y además, disponibilizará sus instalaciones para probar la tecnología a escala piloto.
También tiene un rol clave CIPTEMIN, el cual contribuirá validando este desarrollo con sello USACH. En cuanto a la empresa BASF, la investigadora señala que “proveen reactivos a las plantas hidrometalúrgicas en nuestro país y para nuestra iniciativa, nos están aportando con capacidad de recursos humanos, disponiendo a un equipo experto para trabajar con nosotros”.
Equidad de género y conocimiento
Uno de los aspectos que resalta la Investigadora en relación a esta iniciativa, es la incorporación de “una componente de género, en donde esperamos incentivar, motivar y potenciar a nuestras estudiantes e investigadoras, lo cual esperamos sea ejemplificador para las nuevas investigaciones que se puedan generar a nivel nacional e internacional”.
Finalmente, la Dra. Lilian Velásquez señala que “si bien la vinculación universidad-industria facilita aún más la ejecución de la investigación o se tiene la oportunidad de postular en conjunto a fondos concursables, también existen otros beneficios para la academia como es la transferencia de conocimientos a nuestro estudiantado, a través de cátedras, prácticas profesionales, seminarios y en la elaboración de una memoria”.
Si quieres conocer más sobre los proyectos de investigación aplicada USACH, puedes visitar la sección Noticias de la web de la Dirección de Gestión Tecnológica.
Texto: Paola Armijo
Fotografía: Investigación aplicada
Tags: Transferencia tecnológica
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